A diferencia del Presidente de los E.U.A. Dios no necesita una cita programada para que vengamos a Él. "Mañana, tarde y noche clamo angustiado, y él me escucha." Salmo 55:17 |
¿Iría usted alguna vez a ver a su
doctor sin una cita, y esperaría que él estuviera disponible para verlo? ¿Se
puede imaginar usted un viaje hecho en forma impulsiva a la Casa Blanca en
Washington D.C., y que le admitan
inmediatamente en la Oficina Oval para conocer al presidente?
Por supuesto que no. Usted
necesitaría hacer una cita primero, y tener una razón muy buena para estar
allí. Y, sin embargo, en forma asombrosa, usted puede “visitar de improvisto” a alguien mucho más importante que
el presidente de los Estados Unidos. Y usted puede esperar que Él deje de lado
todos sus otros asuntos para hablar con usted.
Nuestro Padre Celestial desea tener una relación personal, de amor con usted. ¡Qué concepto tan increíble es ése!
Nuestro Padre Celestial desea tener una relación personal, de amor con usted. ¡Qué concepto tan increíble es ése!
Que al Rey del universo, al Creador del cielo y de la tierra, quien no tiene
necesidades ni puntos débiles, le interese lo que pensamos y sentimos. Esto es
algo casi incomprensible. Él desea pasar tiempo con usted, escuchar sobre sus
luchas y sus éxitos, animarle y compartir los gloriosos planes que tiene para
usted. La oración es un privilegio maravilloso, una oportunidad de comunicación
directa con nuestro Creador. No importa lo ocupado que pueda estar, Él siempre
tiene tiempo para usted.
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