Oren sin cesar; den gracias en toda
situación, porque esta es su voluntad
para
ustedes en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:17, 18
|
¿Estuvo alguna vez separado de un ser
a quien amaba profundamente por un período largo? Si es así, esos días
separados tal vez le parecieron casi insoportables. También es posible que
hayan provisto momentos especiales de anticipación, tales como cuando contuvo
el aliento al reconocer la letra en una de las cartas en su buzón, o vio quién
le envió el último correo electrónico, o escuchó esa voz familiar por teléfono.
El amor de Jesús por nosotros es algo así. Él desea tener comunión con nosotros. Y cuando nos arrodillamos ante Él y pasamos algunos minutos en oración, le damos alegría. El apóstol Pablo dice que Jesús quiere oír su voz “sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Pero, cuando nos dejamos enredar en las muchas actividades diarias y posponemos nuestro tiempo de oración, somos menos sensibles a Su voz y a Su liderazgo en nuestra vida.
Las relaciones, tanto humanas como divinas, deben ser cultivadas y mantenidas si han de ser fuertes y significativas. Asegurémonos de pasar tiempo cada día con nuestro amante Maestro.
El amor de Jesús por nosotros es algo así. Él desea tener comunión con nosotros. Y cuando nos arrodillamos ante Él y pasamos algunos minutos en oración, le damos alegría. El apóstol Pablo dice que Jesús quiere oír su voz “sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Pero, cuando nos dejamos enredar en las muchas actividades diarias y posponemos nuestro tiempo de oración, somos menos sensibles a Su voz y a Su liderazgo en nuestra vida.
Las relaciones, tanto humanas como divinas, deben ser cultivadas y mantenidas si han de ser fuertes y significativas. Asegurémonos de pasar tiempo cada día con nuestro amante Maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario