lunes, 12 de agosto de 2013

Luego Tú Viniste

El joven esposo estaba desesperado. Hacía semanas que su esposa lo había abandonado a él y a sus dos hijos. Aunque ella lo llamaba de vez en cuando, él no tenía idea de su paradero. Él le decía por teléfono cuánto la amaba y cuánto la amaban sus hijos, y le rogaba que regresara al hogar. Sin embargo, ella continuamente lo rechazaba. ¿Sería tiempo de darse por vencido y continuar con su vida?

El amor jamás se extingue. 1 Corintios 13:8
No. El esposo usó sus escasos ahorros y contrato a un detective, quien encontró a su esposa viviendo en un hotel de baja categoría al otro lado del país. El esposo pidió prestado el dinero para comprar el pasaje de avión, y muy pronto estuvo a la puerta de ella diciéndole: “Te amamos mucho. Por favor, regresa al hogar”. Ella se desmoronó en los brazos de él, y juntos regresaron al hogar.

Semanas más tarde él le preguntó por qué no había regresado cuando él le había expresado su amor una y otra vez por teléfono. Ella le respondió: “Porque ésas eran sólo palabras. Pero luego tú viniste”.

El verdadero amor es más que palabras. Tal vez involucre volar a través del país, aun cuando le cueste hasta el último centavo, para traer a su  esposa de regreso al hogar.

* Tomado del libro Una Luz en la Noche del Dr. Dobson y su esposa Shirley, pág.16

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