El joven esposo estaba desesperado. Hacía
semanas que su esposa lo había abandonado a él y a sus dos hijos. Aunque ella lo
llamaba de vez en cuando, él no tenía idea de su paradero. Él le decía por
teléfono cuánto la amaba y cuánto la amaban sus hijos, y le rogaba que
regresara al hogar. Sin embargo, ella continuamente lo rechazaba. ¿Sería tiempo
de darse por vencido y continuar con su vida?
El amor jamás se extingue. 1 Corintios 13:8
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No. El esposo usó sus escasos ahorros y
contrato a un detective, quien encontró a su esposa viviendo en un hotel de
baja categoría al otro lado del país. El esposo pidió prestado el dinero para
comprar el pasaje de avión, y muy pronto estuvo a la puerta de ella diciéndole:
“Te amamos mucho. Por favor, regresa al hogar”. Ella se desmoronó en los brazos
de él, y juntos regresaron al hogar.
Semanas más tarde él le preguntó por qué no
había regresado cuando él le había expresado su amor una y otra vez por
teléfono. Ella le respondió: “Porque ésas eran sólo palabras. Pero luego tú
viniste”.
El verdadero amor es más que palabras. Tal vez
involucre volar a través del país, aun cuando le cueste hasta el último
centavo, para traer a su esposa de regreso
al hogar.
* Tomado del libro Una Luz en la Noche del Dr. Dobson y su esposa Shirley, pág.16
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