jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Manipulando A Nuestro Creador?

Si pedimos conforme a su voluntad, 
él nos oye. 1 Juan 5:14
Muchos de nosotros nos sentimos tentados a ver a nuestro Señor como un “Arreglalotodo” celestial, un solucionador de problemas sobrenatural a quien podemos manipular de acuerdo a nuestros caprichos. Tal vez hacemos una apuesta pequeña a favor de nuestro equipo de fútbol favorito y luego oramos a Dios pidiéndole que intervenga para que gane. O en el día del picnic de la iglesia, oramos pidiendo que haya un temporal para no tener que preparar la ensalada de papas que prometimos llevar.

Otras personas ven a la oración como una herramienta de negociación. Quieren hacer un trato con Dios: “Señor, si me concedes esa promoción en el trabajo… o si permites que quede embarazada este mes… o si ese automóvil todavía está en venta en el negocio donde venden automóviles… entonces te prometo que voy a hacer [llene el espacio] para ti”.

Por supuesto que éstos son tratos necios que revelan malentendidos en cuanto a la majestad de Dios. Él es el Señor de señores, el Rey de reyes, el Creador del cielo y de la tierra. Él no es alguien que hace tratos y que permite que lo manipulen. En cambio, quiere que antes de orar, con sumo cuidado consideremos Su voluntad para nuestras vidas. La oración es un privilegio, una línea directa a la eterna sabiduría y amor de Dios. No olvidemos la bendición que es venir a la presencia de Dios.

* Tomado del libro "Una Luz en la Noche" del Dr. Dobson y su esposa Shirley, pág.38

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